La persistente sequía desde mayo golpea a los productores del oriente boliviano y amenaza la campaña de verano. La cosecha de granos de invierno registra un avance del 70%, aunque con rendimientos menores a lo esperado.
El expresidente de Anapo, Richard Paz, explicó que cultivos como el trigo y el girasol alcanzan hasta un 90% de avance, mientras que el sorgo y el maíz muestran menores progresos. “No están tan buenos los rendimientos porque estamos siendo afectados por una sequía que viene desde mayo en la zona este y el norte”, señaló en entrevista con Canal Rural de Unitel.
El impacto no se limita a la cosecha actual. La siembra de soya, destinada en gran parte a obtener semilla para la próxima campaña de verano, también enfrenta retrasos. Juvenal Bonilla, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos de Bolivia (CIAB), detalló que de las 400.000 hectáreas planificadas para la siembra de invierno solo se logró cubrir un 80%, lo que significa alrededor de 80.000 hectáreas menos.
La falta de lluvias compromete la disponibilidad de semillas, especialmente en la zona norte, que abastece a la siembra de verano. Frente a este escenario, el sector agrícola considera que la biotecnología puede ser clave. Paz destacó el avance de ensayos con el evento HB4, un gen tolerante a la sequía, aprobado en Bolivia pero aún en fase de pruebas para cultivos como el trigo, cuya producción sigue siendo deficitaria en el país.
“Esperemos que los ensayos se aceleren, se apuren para que en los próximos años podamos tener ya la oferta de semillas con este gen que nos va a ayudar mucho”, afirmó el dirigente.
A las dificultades climáticas se suma la escasez de combustible. Productores denunciaron que deben recurrir al mercado negro, donde el litro de diésel llega a venderse hasta en Bs 12, incrementando los costos de producción.
Por: Economy